Causas del hambre
Causas del hambre a nivel mundial:01. La incompetencia o
corrupción de los Gobiernos de los países más pobres
El ejemplo más caricaturesco lo da Guinea Ecuatorial, donde
el presidente y su familia se hanbeneficiado con una extravagancia faraónica
del descubrimiento de grandes yacimientospetrolíferos sin pensar ni un segundo
en e1 90 %. de la población que sufre hambre y abandono.Mientras el hijo del
presidente ocupa
suites
en los hoteles más lujosos de Los Ángeles y Paris, Yderrocha
dinero comprando trajes en Rodeo Drive y la Rue Faubourg Saint Honoré, los
ingresosmedios de los habitantes que no son familia o amigos del presidente
permanecen por debajo deun euro al día. En Angola, donde no sólo hay petróleo
sino una extensa riqueza mineral. unalarguísima guerra civil terminó hace dos
años, pero los gastos militares no han disminuido:siguen acaparando un 30 %.
del presupuesto gubernamental. En Nicaragua, donde la mitad dela población vive
en condiciones de pobreza extrema, el 85 % de la deuda externa ha sidocondonada
en los dos últimos años, pero todavía no hay señal de que haya subido
elpresupuesto, por ejemplo, para la educación. La prueba más contundente de lo
devastadoresque son los Gobiernos malos con políticas ineptas se ve en el hecho
de que las dos hambrunasmás grandes del siglo XX ocurrieron en Ucrania. en
tiempos de Stalin. y en China en tiempos deMao. ("¡Ideologias que
despueblan el mundo!", se lamenta el personaje Herzog, del novelistaSaul
Bellow). Ni Stalin ni Mao perdieron el poder como consecuencia de los millones
depersonas que murieron entonces. Ni siquiera vieron su poder diluido. Lo mismo
ocurre hoy enmuchos de los países donde la gente come mucho menos de lo que
podría si los Gobiernos seinteresaran más por su bienestar. El hambre, incluso
a nivel masivo, no conlleva un costepolítico. Quizá un dictador africano
considere sensato abastecer de alimentos a la población
urbana, al menos de la capital, con la única intención de
mantener el orden público. Pero si loshabitantes de las zonas rurales más
aisladas sufren malnutrición, ¿qué importa? Por eso elpremio Nobel Amartya Sen,
economista hindú de la Universidad de Oxford, argumenta en sulibro
Desarrollo y libertad
que existe un vinculo muy claro entre tiranía y hambre, .
democracia yprosperidad. En las democracias, escribe Sen, no hay hambruna.
"Los gobernantes autoritarios,que pocas veces pasan hambre (u otras
calamidades económicas), no tienen el incentivo paratomar el tipo de medidas
necesarias para que las hambrunas se prevengan". En lasdemocracias, en
cambio, los Gobiernos sí tienen un fuerte incentivo para mostrarseresponsables
ante las necesidades más elementales del electorado: si no lo son, la próxima
vezque la gente vote es probable que pierdan el poder.
02. La poca fe de los grandes países capitalistas en el
libre mercado
Al menos a la hora de comerciar con productos agrícolas. Uno
de los grandes escándalos a nivelmundial, uno que todos reconocen pero pocos de
los que podrían hacer algo al respecto abordancon la necesaria seriedad, es el
de los subsidios que los agricultores de Estados Unidos yEuropa reciben de sus
Gobiernos. Las reglas del comercio internacional son tan injustas que silos
mismos principios se aplicaran en un partido de fútbol se provocarían
disturbios. Es como siel arbitro en un Francia-Burkina Faso hubiese sido pagado
por los franceses para asegurarlesque todos los goles del equipo africano
serian anulados, y, por si acaso, la mitad de los rivalesexpulsados antes de
acabar el primer tiempo. El Gobierno del presidente Bush gasta 4.000millones de
dólares al año en subsidios para sus productores agrícolas. Lo que esto
significa, enla práctica. es que, por ejemplo, los productores de algodón en
Senegal van a la bancarrota. Losestadounidenses inundan el mercado y expulsan a
los senegaleses de él. Lo que es casi peor,inundan los propios países
productores de algodón o maíz o azúcar- con materia prima barata, loque hace
que los agricultores locales no puedan ni siquiera competir con los
productosimportados. La imagen del obeso ciudadano de Iowa, Estado agrícola por
excelencia,contrastada con la del esquelético etiope, retrata a la perfección
esta gran injusticia global. Loseuropeos son igual de culpables. Hacen
exactamente lo mismo con otros productos; una de lasrazones por las cuales
algunos africanos, huyendo del. hambre, se suben a pateras enMarruecos y (si
tienen suerte) llegan a las costas españolas, generando problemas queproceden,
al menos en parte, de la desleal competencia de la que son cómplices España y
elresto de la Unión Europea.
03. Las guerras y la inseguridad en general
Los peores casos de hambruna en África en los últimos años
se han dado en tiempos de guerra.El frágil equilibrio que permite que, aunque
la gente pase hambre, sobreviva, se rompe y ocurrelo que ahora en Sudán y hace
20 años en Etiopía. La guerras desplazan a la gente de sus tierrasancestrales,
destruyen la infraestructura alimentaria, bloquean el acceso físico a comida de
otraspartes y dejan secuelas -por ejemplo, la muerte de individuos que saben
cultivar la tierra- de lasque las comunidades afectadas tardan años en
recuperarse. En Afganistán, el volumen de minasantipersonas enterradas en los
varios conflictos militares que se han llevado a cabo desde 1979ha hecho que
más de la mitad de la tierra agrícola no pueda ser cultivada. Los europeos
querecuerdan la Segunda Guerra Mundial, o la Guerra Civil española, entienden
la ecuación guerra= malnutrición. Para un joven español o francés, hoy en día
es casi inimaginable.
04. Dan pescado cuando hay hambruna, pero no enseñan a
pescar cuando no la hay
Los países ricos responden bien cuando ocurre una
catástrofe, pero lo que no han sabido hacer es ayudar a que se evite, o crear
las condiciones para que los problemas del hambre endémicadesaparezcan. O al
menos no con el empeño necesario.Un buen ejemplo lo da Etiopía, uno de los
países del mundo donde más hambre hay. En 1984, elcantante irlandés Bob Geldof
reunió a algunos de los mejores artistas musicales de la época ygrabó una
canción para recaudar fondos para las víctimas de la terrible hambruna etíope
deaquel año. La iniciativa se llamó Band Aid y logró recaudar mucho dinero.
Hoy; Geldof, Bono yunos 40 artistas más han hecho lo mismo. En este caso para
las víctimas de Darfur, en Sudán.
El problema es que en los 20 años que han pasado desde aquel
gran despertar de la concienciainternacional que Band Aid representó los
problemas de Etiopía son los mismos. No hayhambruna hoy; al nivel de 1984, pero
hambre permanente sí. En un contexto en el que la ayudainternacional a los
países pobres se ha ido reduciendo, Etiopía ha recibido lo que un
altofuncionario de la ONU calificó como cantidades "lamentables" del
exterior. En un año bueno,cuando las cosechas rinden a tope, entre dos y tres
millones de personas de Etiopía necesitancomida del Programa Mundial de
Alimentos u otros organismos internacionales. En un año malo,el número asciende
hasta una cantidad entre 12 y 15 millones. El problema es que: l. Salvobrotes
como Band Aid cada 20 años, los habitantes de los países ricos no se interesan
10suficiente como para presionar a sus Gobiernos para que inviertan más en
ayuda a los pobresdel mundo que en nuevos submarinos. 2. Mientras se reacciona
de manera ágil y eficaz ycontundente (sin escatimar las inversiones), a la hora
de las grandes crisis, tipo Darfur, existepoco afán por el trabajo lento,
gradual, poco glamoroso (lejos de las cámaras de la CNN) que serequiere para ir
paulatina- mente ganando terreno al hambre. y previniendo así las
grandeshambrunas antes de que ocurran.
05. Hay amores que matan y gente que se acomoda a la
superviviencia.
Aunque la ayuda internacional es insuficiente, a veces es
demasiado. Se crea un problema dedependencia que hace que comunidades enteras
pierdan la costumbre de alimentarse a símismas. En Ruanda, un país muy pobre
que ha recibido mucha ayuda alimentaria desde elgenocidio de 1994, una ministra
del Gobierno se quejaba, en una conversación hace un año, deque su gente, o
mucha de ella, había perdido la costumbre de trabajar, de cultivar sus
tierras.Siempre habían vivido en un nivel de subsistencia, pero ahora la
subsistencia no procedía de supropio trabajo, sino del camión semanal de
reparto de comida. Incapaces de concebir -y estotiene todo que ver con la falta
de educación- una ambición más elevada que la merasupervivencia (lo cual
desesperaba a la ministra, una mujer que había estudiado en elextranjero),
habían dejado de preocuparse por desarrollar la economía local. Vivían la vida
caside animales de zoológico. No muy digna, quizá, pero despreocupada,
tranquila. Un ejemploalternativo, pero que conduce a la misma conclusión, es el
de aquellos angoleños que vivían enzonas rurales tan remotas durante la guerra
que jamás recibieron ayuda. Hoy que el país recibemenos ayuda que en aquellos
tiempos de crisis, son ellos -los que no se acostumbraron a tener sus
necesidades básicas satisfechas por gente caída del cielo-los que mejor se han
adaptado,los que saben organizar sus vidas de manera productiva, responsable y
eficaz. "Cuando tieneque hacerlo", como comentó Ignasi Carreras, de
Intermón Oxfam, "la gente se espabila".
06. Las enfermedades.
La malaria, el sida y la tuberculosis causan hambre. No es
sólo que el hambre causeenfermedad. Porque cuanto más enfermos de malaria esté
un señor en Mozambique que vivenuna zona rural, menos posibilidades tendrá para
trabajar en el campo y dar de comer a sufamilia, y alimentarse a sí mismo. Con
lo cual se crea un círculo vicioso enfermedad-hambre-más enfermedad-más hambre.
Así se va hundiendo una familia, una comunidad, un país. Nosólo se ve afectada
la cantidad de comida a ingerir, sino también la calidad. La proporción
decarbohidratos respecto a las proteínas aumenta en la dieta cuanta más pobreza
hay; (La DietaAtkins, la que permite consumir todas las proteínas que uno
quiera con tal de no tocar loscarbohidratos, definitivamente no es para gente
pobre, ni siquiera en EE UU). Lo cual a su vezsupone una deficiencia de los
micronutrientes de los que se derivan el hierro, el zinc, el yodo ylas
vitaminas. Se podrá sobrevivir sin las cantidades de estos micronutrientes
consideradasbásicas en Occidente, pero no se puede llevar un vida sana. La
vulnerabilidad es extrema.
07. El determinismo geográfico
El clima y otras fuerzas ineludibles de la naturaleza pueden
influir de manera decisiva en loshábitos alimenticios de la gente. Los países
donde hay hambre son los países calientes de latierra. los que están situados
entre las latitudes de los trópicos. Estos países son. por un lado,más
vulnerables a sequías o inundaciones -a la violencia meteorológica- que los
países delnorte. Pero. por otro lado. existe la paradoja de que, en términos
históricos, son países más
fértiles que los fríos; están me- nos a la merced de los
cambios bruscos estacionales. Unapersona que no tiene ingreso alguno va a poder
sobrevivir por su cuenta en la selva del Congo.va a poder encontrar comida en
los árboles con más facilidad que una persona sin ingresos enlos bosques de
Finlandia. En tiempos prehistóricos. vivir en el Congo en vez de en Finlandia
erauna ventaja. Lo que ocurre.Como cuenta Jared Diamond en su libro sobre la
evolución de las civilizaciones
A mas,gérmenes y
acero,
es que los humanos que habitan los países más fríos e
inhóspitos se venobligados a buscar formas de conservar la comida para el
invierno, de planificar para el futuro.Por ejemplo, antes de la refrigeración,
utilizando la sal. Esta necesidad de conservar hizo que larelación con la
comida se volviera más sofisticada en los países del norte que en los del
ecuador o el sur:
08. La caridad comienza en casa
La solución al problema del hambre es muy sencilla de
identificar y muy difícil de llevar a cabo: eldesarrollo. A no ser que sea
especialmente incapaz o tenga muy mala suerte, la gente que viveen
Norteamérica, Europa o Japón no pasa hambre. No está mal nutrida. Y vive hasta
los 75 añosy más. En .Africa viven 30 años menos. Ignasi Carreras está en el
negocio de ayudar a loshambrientos. pero él lo tiene claro: regalar comida no
es, a mediano o largo plazo, la solución."Lo más importante es que la
gente sepa cómo ganarse la vida. que se valga por sí misma",dice. El
hambre es sencillamente la pobreza llevada a su máxima expresión. Con lo
cual,lógicamente, hay que combatir la pobreza, hay que dar a la gente los
medios y las condicionespara que puedan enriquecerse