La
nutrición y el desarrollo nacional
El
crecimiento y desarrollo sanos de los niños es la base del desarrollo humano. La
malnutricióntiene una repercusión negativa en el desarrollo económico y social
y perpetúa la pobreza porquecausa pérdidas directas en la productividad;
pérdidas indirectas ocasionadas por deficiencias enla función cognoscitiva, el
desarrollo deficiente de los niños y fallas en la escolaridad; y pérdidaspor el
aumento de los costos de la atención sanitaria. No se dispone de cálculos
regionalesprecisos, pero es probable que esos costos sanitarios y la carga
social que representa atender amillones de personas que sufren enfermedades
relacionadas con la nutrición sean exorbitantes.Se estima que las pérdidas en
el producto interno bruto (PIB) debidas a la malnutrición llegan a3%1 y las
pérdidas de productividad personal ascienden a alrededor de 10% de los ingresos
1IFPRI. Nutrition and Poverty, Brief # 8 en la serie:
Nutrition: Making the Case. Washington,
D.C.;2002
Contexto
mundial y multisectorial
Los
gobiernos son poco enérgicos en su función normativa y promocional para
fomentar regímenes alimentarios sanos y estilos de vida activos. Muchos
factores que influyen en lainequidad de los resultados nutricionales en las
Américas no se relacionan directamente con elsector de la salud: la educación,
el agua, el transporte, las políticas agropecuarias, alimentarias ylaborales,
entre otros.
El
imperativo de mejorar la salud y la nutrición en las Américas tieneque tomar en
cuenta el proceso de globalización y las condiciones históricas ymultisectoriales
específicas de cada país.
La
salud y la nutrición deben ser partesintegrantes de las políticas y las
estrategias de los diversos sectores
.
Es preciso que losencargados de adoptar las decisiones en diversos sectores de
la Región reconozcan lainterdependencia entre el estado de nutrición, el
control de las enfermedades y el desarrollosocial. Los nexos más fuertes no
sólo con el sector de la salud sino también con el de laagricultura y la
ganadería, la educación, la industria alimentaria, el comercio y el medio
ambientecontribuirían a un desarrollo humano sostenible mediante el
mejoramiento de la salud y el estadonutricional de la población de las
Américas. La promoción de políticassectoriales sinérgicas con una definida
perspectiva nutricional aumentará la eficiencia yComisión Económica para
América Latina y el Caribe (CEPAL). Panorama Social de AméricaLatina y el
Caribe-Además en este estudio se define la
“situación
de la mujer” como el
poder de la mujer frente al hombre
.
Las
mujeres de baja condición social tienden a tener menos control sobre
losrecursos hogareños, mayores restricciones horarias, menos acceso a
información y serviciossanitarios, peor salud mental y menor autoestima. Se
considera que estos factores estáníntimamente relacionados con la propia
situación nutricional de la mujer y la calidad de laatención que recibe y, a la
vez, con el peso del niño al nacer y la calidad de la atención querecibe. Los
resultados empíricos no dejan lugar a dudas: en las tres regiones una situación
máselevada de la mujer tiene un efectivo positivo significativo sobre la
situación nutricional del niño.Más aún, los datos confirman que la situación de
la mujer ejerce influencia sobre la nutrición delniño, porque cuanto más
elevada sea la situación de la mujer mejor será su propio estadonutricional,
mejor atención recibe, y mejor es la calidad de la atención que presta a sus
hijos. Sinembargo, el peso de la influencia de la situación de la mujer y las
vías a través de las cualesinfluye sobre la nutrición infantil difieren
considerablemente de una región a otra.En el sudeste de Asia, una mejora de la
situación de la mujer tiene una fuerte influencia en lasituación nutricional
del niño tanto a largo como a corto plazo, lo que lleva a una reducción de
losretrasos en el desarrollo y de la pérdida de vitalidad y fortaleza. En esta
región, la inferior condición social de la mujer tiene elevados costos humanos.
El estudio estima que si mujeres yhombres tuvieran la misma situación social,
la tasa de insuficiencia de peso entre los niños demenos de tres años caería
aproximadamente 13 puntos porcentuales, lo que significa que habría
13,4
millones de niños desnutridos menos, tan solo en este grupo etario. A medida
que mejora lasituación de la mujer en la región, también lo hace la calidad de
las vías a través de las cualesincluye en la nutrición de sus hijos. Las vías
identificadas por el estudio incluyen la situaciónnutricional de la mujer
(medida según el índice de masa corporal), la atención de la mujer durante su
embarazo y en el parto, las prácticas de complementos alimentarios para los
niños, eltratamiento de enfermedades y la vacunación de los niños, y la calidad
de quienes atienden alniño en ausencia de su madre.En el África subsahariana también
hay relación entre la situación de la mujer y la situaciónnutricional del niño
a largo y a corto plazo. Si mujeres y hombres gozaran de la misma situación,la
desnutrición infantil en la región disminuiría cerca de 3 puntos porcentuales
—una reducciónde 1,7 millones de niños desnutridos de menos de tres años. Las
vías por las que se llega a esteresultado son las mismas que en el sur de Asia,
con la excepción de que la mejor situación de lamujer solamente mejora la
nutrición del niño en el caso de las mujeres que tienen muy pocopoder de
decisión relativo y no tiene influencia sobre el tratamiento de las
enfermedades del niño.
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