viernes, 6 de julio de 2012


Desnutrición en Guatemala
La nutrición y el desarrollo nacional
El crecimiento y desarrollo sanos de los niños es la base del desarrollo humano. La malnutricióntiene una repercusión negativa en el desarrollo económico y social y perpetúa la pobreza porquecausa pérdidas directas en la productividad; pérdidas indirectas ocasionadas por deficiencias enla función cognoscitiva, el desarrollo deficiente de los niños y fallas en la escolaridad; y pérdidaspor el aumento de los costos de la atención sanitaria. No se dispone de cálculos regionalesprecisos, pero es probable que esos costos sanitarios y la carga social que representa atender amillones de personas que sufren enfermedades relacionadas con la nutrición sean exorbitantes.Se estima que las pérdidas en el producto interno bruto (PIB) debidas a la malnutrición llegan a3%1 y las pérdidas de productividad personal ascienden a alrededor de 10% de los ingresos 1IFPRI. Nutrition and Poverty, Brief # 8 en la serie: Nutrition: Making the Case. Washington, D.C.;2002
Contexto mundial y multisectorial
Los gobiernos son poco enérgicos en su función normativa y promocional para fomentar regímenes alimentarios sanos y estilos de vida activos. Muchos factores que influyen en lainequidad de los resultados nutricionales en las Américas no se relacionan directamente con elsector de la salud: la educación, el agua, el transporte, las políticas agropecuarias, alimentarias ylaborales, entre otros.
El imperativo de mejorar la salud y la nutrición en las Américas tieneque tomar en cuenta el proceso de globalización y las condiciones históricas ymultisectoriales específicas de cada país.
La salud y la nutrición deben ser partesintegrantes de las políticas y las estrategias de los diversos sectores
. Es preciso que losencargados de adoptar las decisiones en diversos sectores de la Región reconozcan lainterdependencia entre el estado de nutrición, el control de las enfermedades y el desarrollosocial. Los nexos más fuertes no sólo con el sector de la salud sino también con el de laagricultura y la ganadería, la educación, la industria alimentaria, el comercio y el medio ambientecontribuirían a un desarrollo humano sostenible mediante el mejoramiento de la salud y el estadonutricional de la población de las Américas. La promoción de políticassectoriales sinérgicas con una definida perspectiva nutricional aumentará la eficiencia yComisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Panorama Social de AméricaLatina y el Caribe-Además en este estudio se define la
“situación de la mujer” como el
 poder de la mujer frente al hombre
.
Las mujeres de baja condición social tienden a tener menos control sobre losrecursos hogareños, mayores restricciones horarias, menos acceso a información y serviciossanitarios, peor salud mental y menor autoestima. Se considera que estos factores estáníntimamente relacionados con la propia situación nutricional de la mujer y la calidad de laatención que recibe y, a la vez, con el peso del niño al nacer y la calidad de la atención querecibe. Los resultados empíricos no dejan lugar a dudas: en las tres regiones una situación máselevada de la mujer tiene un efectivo positivo significativo sobre la situación nutricional del niño.Más aún, los datos confirman que la situación de la mujer ejerce influencia sobre la nutrición delniño, porque cuanto más elevada sea la situación de la mujer mejor será su propio estadonutricional, mejor atención recibe, y mejor es la calidad de la atención que presta a sus hijos. Sinembargo, el peso de la influencia de la situación de la mujer y las vías a través de las cualesinfluye sobre la nutrición infantil difieren considerablemente de una región a otra.En el sudeste de Asia, una mejora de la situación de la mujer tiene una fuerte influencia en lasituación nutricional del niño tanto a largo como a corto plazo, lo que lleva a una reducción de losretrasos en el desarrollo y de la pérdida de vitalidad y fortaleza. En esta región, la inferior condición social de la mujer tiene elevados costos humanos. El estudio estima que si mujeres yhombres tuvieran la misma situación social, la tasa de insuficiencia de peso entre los niños demenos de tres años caería aproximadamente 13 puntos porcentuales, lo que significa que habría
13,4 millones de niños desnutridos menos, tan solo en este grupo etario. A medida que mejora lasituación de la mujer en la región, también lo hace la calidad de las vías a través de las cualesincluye en la nutrición de sus hijos. Las vías identificadas por el estudio incluyen la situaciónnutricional de la mujer (medida según el índice de masa corporal), la atención de la mujer durante su embarazo y en el parto, las prácticas de complementos alimentarios para los niños, eltratamiento de enfermedades y la vacunación de los niños, y la calidad de quienes atienden alniño en ausencia de su madre.En el África subsahariana también hay relación entre la situación de la mujer y la situaciónnutricional del niño a largo y a corto plazo. Si mujeres y hombres gozaran de la misma situación,la desnutrición infantil en la región disminuiría cerca de 3 puntos porcentuales —una reducciónde 1,7 millones de niños desnutridos de menos de tres años. Las vías por las que se llega a esteresultado son las mismas que en el sur de Asia, con la excepción de que la mejor situación de lamujer solamente mejora la nutrición del niño en el caso de las mujeres que tienen muy pocopoder de decisión relativo y no tiene influencia sobre el tratamiento de las enfermedades del niño.

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