viernes, 6 de julio de 2012


Causas del hambre
Causas del hambre a nivel mundial:01. La incompetencia o corrupción de los Gobiernos de los países más pobres
El ejemplo más caricaturesco lo da Guinea Ecuatorial, donde el presidente y su familia se hanbeneficiado con una extravagancia faraónica del descubrimiento de grandes yacimientospetrolíferos sin pensar ni un segundo en e1 90 %. de la población que sufre hambre y abandono.Mientras el hijo del presidente ocupa
suites
en los hoteles más lujosos de Los Ángeles y Paris, Yderrocha dinero comprando trajes en Rodeo Drive y la Rue Faubourg Saint Honoré, los ingresosmedios de los habitantes que no son familia o amigos del presidente permanecen por debajo deun euro al día. En Angola, donde no sólo hay petróleo sino una extensa riqueza mineral. unalarguísima guerra civil terminó hace dos años, pero los gastos militares no han disminuido:siguen acaparando un 30 %. del presupuesto gubernamental. En Nicaragua, donde la mitad dela población vive en condiciones de pobreza extrema, el 85 % de la deuda externa ha sidocondonada en los dos últimos años, pero todavía no hay señal de que haya subido elpresupuesto, por ejemplo, para la educación. La prueba más contundente de lo devastadoresque son los Gobiernos malos con políticas ineptas se ve en el hecho de que las dos hambrunasmás grandes del siglo XX ocurrieron en Ucrania. en tiempos de Stalin. y en China en tiempos deMao. ("¡Ideologias que despueblan el mundo!", se lamenta el personaje Herzog, del novelistaSaul Bellow). Ni Stalin ni Mao perdieron el poder como consecuencia de los millones depersonas que murieron entonces. Ni siquiera vieron su poder diluido. Lo mismo ocurre hoy enmuchos de los países donde la gente come mucho menos de lo que podría si los Gobiernos seinteresaran más por su bienestar. El hambre, incluso a nivel masivo, no conlleva un costepolítico. Quizá un dictador africano considere sensato abastecer de alimentos a la población

urbana, al menos de la capital, con la única intención de mantener el orden público. Pero si loshabitantes de las zonas rurales más aisladas sufren malnutrición, ¿qué importa? Por eso elpremio Nobel Amartya Sen, economista hindú de la Universidad de Oxford, argumenta en sulibro
Desarrollo y libertad
que existe un vinculo muy claro entre tiranía y hambre, . democracia yprosperidad. En las democracias, escribe Sen, no hay hambruna. "Los gobernantes autoritarios,que pocas veces pasan hambre (u otras calamidades económicas), no tienen el incentivo paratomar el tipo de medidas necesarias para que las hambrunas se prevengan". En lasdemocracias, en cambio, los Gobiernos sí tienen un fuerte incentivo para mostrarseresponsables ante las necesidades más elementales del electorado: si no lo son, la próxima vezque la gente vote es probable que pierdan el poder.
02. La poca fe de los grandes países capitalistas en el libre mercado
Al menos a la hora de comerciar con productos agrícolas. Uno de los grandes escándalos a nivelmundial, uno que todos reconocen pero pocos de los que podrían hacer algo al respecto abordancon la necesaria seriedad, es el de los subsidios que los agricultores de Estados Unidos yEuropa reciben de sus Gobiernos. Las reglas del comercio internacional son tan injustas que silos mismos principios se aplicaran en un partido de fútbol se provocarían disturbios. Es como siel arbitro en un Francia-Burkina Faso hubiese sido pagado por los franceses para asegurarlesque todos los goles del equipo africano serian anulados, y, por si acaso, la mitad de los rivalesexpulsados antes de acabar el primer tiempo. El Gobierno del presidente Bush gasta 4.000millones de dólares al año en subsidios para sus productores agrícolas. Lo que esto significa, enla práctica. es que, por ejemplo, los productores de algodón en Senegal van a la bancarrota. Losestadounidenses inundan el mercado y expulsan a los senegaleses de él. Lo que es casi peor,inundan los propios países productores de algodón o maíz o azúcar- con materia prima barata, loque hace que los agricultores locales no puedan ni siquiera competir con los productosimportados. La imagen del obeso ciudadano de Iowa, Estado agrícola por excelencia,contrastada con la del esquelético etiope, retrata a la perfección esta gran injusticia global. Loseuropeos son igual de culpables. Hacen exactamente lo mismo con otros productos; una de lasrazones por las cuales algunos africanos, huyendo del. hambre, se suben a pateras enMarruecos y (si tienen suerte) llegan a las costas españolas, generando problemas queproceden, al menos en parte, de la desleal competencia de la que son cómplices España y elresto de la Unión Europea.
03. Las guerras y la inseguridad en general
Los peores casos de hambruna en África en los últimos años se han dado en tiempos de guerra.El frágil equilibrio que permite que, aunque la gente pase hambre, sobreviva, se rompe y ocurrelo que ahora en Sudán y hace 20 años en Etiopía. La guerras desplazan a la gente de sus tierrasancestrales, destruyen la infraestructura alimentaria, bloquean el acceso físico a comida de otraspartes y dejan secuelas -por ejemplo, la muerte de individuos que saben cultivar la tierra- de lasque las comunidades afectadas tardan años en recuperarse. En Afganistán, el volumen de minasantipersonas enterradas en los varios conflictos militares que se han llevado a cabo desde 1979ha hecho que más de la mitad de la tierra agrícola no pueda ser cultivada. Los europeos querecuerdan la Segunda Guerra Mundial, o la Guerra Civil española, entienden la ecuación guerra= malnutrición. Para un joven español o francés, hoy en día es casi inimaginable.
04. Dan pescado cuando hay hambruna, pero no enseñan a pescar cuando no la hay
Los países ricos responden bien cuando ocurre una catástrofe, pero lo que no han sabido hacer es ayudar a que se evite, o crear las condiciones para que los problemas del hambre endémicadesaparezcan. O al menos no con el empeño necesario.Un buen ejemplo lo da Etiopía, uno de los países del mundo donde más hambre hay. En 1984, elcantante irlandés Bob Geldof reunió a algunos de los mejores artistas musicales de la época ygrabó una canción para recaudar fondos para las víctimas de la terrible hambruna etíope deaquel año. La iniciativa se llamó Band Aid y logró recaudar mucho dinero. Hoy; Geldof, Bono yunos 40 artistas más han hecho lo mismo. En este caso para las víctimas de Darfur, en Sudán.

El problema es que en los 20 años que han pasado desde aquel gran despertar de la concienciainternacional que Band Aid representó los problemas de Etiopía son los mismos. No hayhambruna hoy; al nivel de 1984, pero hambre permanente sí. En un contexto en el que la ayudainternacional a los países pobres se ha ido reduciendo, Etiopía ha recibido lo que un altofuncionario de la ONU calificó como cantidades "lamentables" del exterior. En un año bueno,cuando las cosechas rinden a tope, entre dos y tres millones de personas de Etiopía necesitancomida del Programa Mundial de Alimentos u otros organismos internacionales. En un año malo,el número asciende hasta una cantidad entre 12 y 15 millones. El problema es que: l. Salvobrotes como Band Aid cada 20 años, los habitantes de los países ricos no se interesan 10suficiente como para presionar a sus Gobiernos para que inviertan más en ayuda a los pobresdel mundo que en nuevos submarinos. 2. Mientras se reacciona de manera ágil y eficaz ycontundente (sin escatimar las inversiones), a la hora de las grandes crisis, tipo Darfur, existepoco afán por el trabajo lento, gradual, poco glamoroso (lejos de las cámaras de la CNN) que serequiere para ir paulatina- mente ganando terreno al hambre. y previniendo así las grandeshambrunas antes de que ocurran.
05. Hay amores que matan y gente que se acomoda a la superviviencia.
Aunque la ayuda internacional es insuficiente, a veces es demasiado. Se crea un problema dedependencia que hace que comunidades enteras pierdan la costumbre de alimentarse a símismas. En Ruanda, un país muy pobre que ha recibido mucha ayuda alimentaria desde elgenocidio de 1994, una ministra del Gobierno se quejaba, en una conversación hace un año, deque su gente, o mucha de ella, había perdido la costumbre de trabajar, de cultivar sus tierras.Siempre habían vivido en un nivel de subsistencia, pero ahora la subsistencia no procedía de supropio trabajo, sino del camión semanal de reparto de comida. Incapaces de concebir -y estotiene todo que ver con la falta de educación- una ambición más elevada que la merasupervivencia (lo cual desesperaba a la ministra, una mujer que había estudiado en elextranjero), habían dejado de preocuparse por desarrollar la economía local. Vivían la vida caside animales de zoológico. No muy digna, quizá, pero despreocupada, tranquila. Un ejemploalternativo, pero que conduce a la misma conclusión, es el de aquellos angoleños que vivían enzonas rurales tan remotas durante la guerra que jamás recibieron ayuda. Hoy que el país recibemenos ayuda que en aquellos tiempos de crisis, son ellos -los que no se acostumbraron a tener sus necesidades básicas satisfechas por gente caída del cielo-los que mejor se han adaptado,los que saben organizar sus vidas de manera productiva, responsable y eficaz. "Cuando tieneque hacerlo", como comentó Ignasi Carreras, de Intermón Oxfam, "la gente se espabila".
06. Las enfermedades.
La malaria, el sida y la tuberculosis causan hambre. No es sólo que el hambre causeenfermedad. Porque cuanto más enfermos de malaria esté un señor en Mozambique que vivenuna zona rural, menos posibilidades tendrá para trabajar en el campo y dar de comer a sufamilia, y alimentarse a sí mismo. Con lo cual se crea un círculo vicioso enfermedad-hambre-más enfermedad-más hambre. Así se va hundiendo una familia, una comunidad, un país. Nosólo se ve afectada la cantidad de comida a ingerir, sino también la calidad. La proporción decarbohidratos respecto a las proteínas aumenta en la dieta cuanta más pobreza hay; (La DietaAtkins, la que permite consumir todas las proteínas que uno quiera con tal de no tocar loscarbohidratos, definitivamente no es para gente pobre, ni siquiera en EE UU). Lo cual a su vezsupone una deficiencia de los micronutrientes de los que se derivan el hierro, el zinc, el yodo ylas vitaminas. Se podrá sobrevivir sin las cantidades de estos micronutrientes consideradasbásicas en Occidente, pero no se puede llevar un vida sana. La vulnerabilidad es extrema.
07. El determinismo geográfico
El clima y otras fuerzas ineludibles de la naturaleza pueden influir de manera decisiva en loshábitos alimenticios de la gente. Los países donde hay hambre son los países calientes de latierra. los que están situados entre las latitudes de los trópicos. Estos países son. por un lado,más vulnerables a sequías o inundaciones -a la violencia meteorológica- que los países delnorte. Pero. por otro lado. existe la paradoja de que, en términos históricos, son países más

fértiles que los fríos; están me- nos a la merced de los cambios bruscos estacionales. Unapersona que no tiene ingreso alguno va a poder sobrevivir por su cuenta en la selva del Congo.va a poder encontrar comida en los árboles con más facilidad que una persona sin ingresos enlos bosques de Finlandia. En tiempos prehistóricos. vivir en el Congo en vez de en Finlandia erauna ventaja. Lo que ocurre.Como cuenta Jared Diamond en su libro sobre la evolución de las civilizaciones
 A mas,gérmenes y acero,
es que los humanos que habitan los países más fríos e inhóspitos se venobligados a buscar formas de conservar la comida para el invierno, de planificar para el futuro.Por ejemplo, antes de la refrigeración, utilizando la sal. Esta necesidad de conservar hizo que larelación con la comida se volviera más sofisticada en los países del norte que en los del ecuador o el sur:
08. La caridad comienza en casa
La solución al problema del hambre es muy sencilla de identificar y muy difícil de llevar a cabo: eldesarrollo. A no ser que sea especialmente incapaz o tenga muy mala suerte, la gente que viveen Norteamérica, Europa o Japón no pasa hambre. No está mal nutrida. Y vive hasta los 75 añosy más. En .Africa viven 30 años menos. Ignasi Carreras está en el negocio de ayudar a loshambrientos. pero él lo tiene claro: regalar comida no es, a mediano o largo plazo, la solución."Lo más importante es que la gente sepa cómo ganarse la vida. que se valga por sí misma",dice. El hambre es sencillamente la pobreza llevada a su máxima expresión. Con lo cual,lógicamente, hay que combatir la pobreza, hay que dar a la gente los medios y las condicionespara que puedan enriquecerse


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